ENCARNA SOAGE

Armadora de OPROMAR. Bueu, Pontevedra.

Encarna pasa gran parte de sus días en la lonja, o quizás sería más correcto decir de sus noches. Se encarga de recibir la mercancía de su barco, controlar su descarga y su venta, y después verificar que los trámites administrativos siguen su curso.

Reconoce que le gusta mucho lo que hace, sobre todo porque la mantiene alejada de la monotonía. Todos los días son diferentes para ella y pese al gran número de horas nocturnas que le dedica, se siente feliz de hacerlo.

Es una Brava del Mar, ya que, aunque cada vez son más mujeres las que están al frente de empresas pesqueras en los trabajos de tierra, sus comienzos no fueron tan fáciles. Segunda de cinco hermanos y única mujer, nació en el seno de una familia marinera, pues que su padre tenía un barco pequeño de pesca y su madre se encargaba de la venta de las capturas

Cuando ella y sus hermanos crecieron, cada uno cogió un puesto de trabajo con el que aportar su grano de arena en la empresa familiar. En aquel momento una mujer a bordo no era común, por lo que optó por estudiar para formarse en la gestión administrativa.

Comenzó muy joven en el sector. Recuerda que la llamaban “niña” y que tuvo que hacerse respetar por esa juventud y por ser mujer en un sector de hombres. Aun así, ahora siente que tiene su lugar y se siente apreciada por sus compañeros.

Cree que la mujer en si misma no aporta nada diferente al sector, pero sí que suma y es parte importante de este, y no concibe el trabajo como algo individual en su empresa, convencida de que un buen equipo es garantía de éxito en cualquier faceta de la vida.

Ya estaba al frente de la empresa cuando decidieron arriesgar en una nueva construcción de embarcación que les permitiese modernizarse y realizar una actividad pesquera mejorada. Lo recuerda como una época de incertidumbre, sobre todo porque las capturas no estaban en su mejor momento. Pese a todo, siempre creyó que era una inversión necesaria, y está convencida de que la superación en el día a día es primordial para prosperar.

Su mayor logro, y lo dice con una sonrisa bien grande, es haber conseguido que la empresa siga a flote a pesar de las adversidades ocurridas y de los riegos acometidos.

Para ella, el futuro del sector pasa por conseguir atraer a personal cualificado para trabajar a bordo, demostrando que las condiciones en los barcos mejoraron mucho en los últimos años, y también por conseguir cuotas más favorables para afrontar el futuro con seguridad, lo que ayudaría a gestionar sin tanta incerteza y pudiendo asumir riesgos que permitirían al sector seguir evolucionando.